Poco más que silencios, poco menos que palabras

19 febrero 2010

Sueño de una noche de verano

Me late el cuerpo,
mi nombre gastado no me reconoce,
y el viento sigue soplando inmovil,
en otro lugar.
Siempre hay monetos de sopor,
pero este caldo burbujeante
no deja de hervir mi sangre,
y yo
con ganas de dormir.

No hay comentarios: